Una pequeña descripción

El grupo de Espeleologia de Getafe se creo en el año 1989. Desde entonces seguimos reuniéndonos en un local del ayuntamiento situado en la C/Titulcia nº 12 bajo, todos los miércoles a partir de las 21:00 horas, te esperamos, ya que aún nos queda cuerda para rato.

sábado, 11 de marzo de 2017

BARRANCO DE POYATOS
Cerca del pueblo Poyatos (Cuenca)



Los paisajes que depara son sumamente espectaculares, a la vez que recorrer sus secretos, es muy divertido, saltos a pozas, rapeles, toboganes...


Actividad: Descenso del barranco de Poyatos.
Fecha: Sábado, 11 de Marzo de 2017
Lugar: Serranía alta de Cuenca, cerca de la localidad de Poyatos.

Asistentes: Mario, Vanesa, Mónica, Carlos, Rubén y Antonio.

Material necesario: casco, arnes, ocho o piraña, buen calzado, neopreno, vagas de anclaje o cabos, mochilas, 50m de cuerda, algunos mosquetones y mallones por si faltaran en la instalación.

Breve descripción:
Es un barranco de fácil acceso, tanto al inicio como al final se puede llegar en coche, no es un descenso complicado, el caudal normal del mismo se mantiene bastante estable, no tiene pasos sifonados, las instalaciones son buenas y sus aguas no son muy frías, pero son varios los rápeles obligados que hay que superar, para lo que es imprescindible tener un buen conocimiento de esta técnica, por ello no es recomendable para personas que se quieran iniciar en este deporte, si no es de la mano de un guía experimentado.
Desde un punto de vista geomorfológico el barranco se puede dividir en dos partes bien diferenciadas.
La primera y superior de tan solo 500 m. de recorrido, pero la que requiere de más trabajo, consiste en un angosto pasaje con paredes de baja altura y muy próximas entre sí, con abundantes marmitas y pequeños escalones rocosos. Al principio no suele tener corriente, a no ser que halla llovido recientemente, pero las pozas se mantienen con agua hasta bien entrado el verano, en un momento dado, hay un aporte por la izquierda de pequeñas dimensiones, pero suficiente para generar una corriente de agua, que irá aumentando con nuevos y más caudalosos manantiales. En su interior todos los rápeles son obligados y después del R8, el que cae sobre Poza Umbría, no hay fugas posibles hasta la segunda parte del barranco. La salida de este primer tramo se hace rapelando (R12) sobre una toba descolgada, a una pequeña lagunilla con fondo de guijarros.


La segunda parte de 2.000 m. es mucho más abierta, con abundante vegetación de ribera, que en algunos tramos crea auténticos túneles de galería, la calidad de este ecosistema es muy alto, conservando multitud de especies autóctonas de la zona: avellanos, tejos, tilos, encinas, durillos, acebos, orquídeas... El rapel más largo del barranco se encuentra en esta parte (R20), aunque no es obligatorio, debido a su espectacularidad, se realiza siempre. Un poco más abajo el cauce se vuelve a estrechar, con pasos a nado y algún salto. La salida del barranco es por un paraje llamado el Estrecho, una vieja represa crea un pequeño rapel, que se puede evitar por la izquierda, por un sendero que supera las rocas por encima. Desde este punto hasta al aparcamiento solo quedan 50 m. escasos. 


La actividad suele durar de 5 a 6 horas, dependiendo del tamaño del grupo y su destreza en los rápeles. Es muy importante llevar un calzado que tenga una buena suela, y que sujete el tobillo de una forma compacta, los resbalones son habituales, la progresión se realiza sobre superficies irregulares y húmedas, que generan pérdidas de equilibrio.

Descripcion de nuestra aventura:

Partimos a las 7 desde el punto de encuentro en Pinto, recogimos a los que faltaban y emprendimos la marcha hacia ese magnifico paraje de cuenca. Casi al llegar a nuestro destino, en un pequeño pueblo antes de Priego, completamos los petates. Ya llegando a Poyatos tomamos el desvio para dejar un coche en la salida del barranco y fuimos a buscar la entrada, situada a pocos km por encima del pueblo. Detuvimos el vehiculo, nos pusimos a almorzar algo y a colocarnos los equipos. Por fin estavamos listos para empezar, echamos a andar y nos desviamos un poco, pero gracias a las habilidades de los integrantes del equipo y a un pequeño mapa dimos con un pequeño puente de piedra. Fotitos, últimas revisiones del equipo y listos para instalar. Durante la bajada nos topamos con un sapo muy feo, le sacamos fotos y seguimos hasta llegar al final, donde estaba el coche. Comimos, nos cambiamos y fueron a por el otro coche Mario y Carlos. Mucho tiempo después aparecieron, por fin! Cargamos las cosas y vuelta a casa. 

Agradecimientos a todos los compañer@s que han colaborado en que este sábado fuera un gran sábado.

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